viernes, 21 de enero de 2011

Vuelve

Vuelve;se está haciendo tarde.
Llevo compuestos más de cien motivos
para invocar tu regreso.
Y tú te mantienes al margen.

No voy a creer en Dios ni en el hombre
si no me convence tu risa.
Tu talla no coincide con el agujero
que dejaste en mi vida.

Vuelve; porque ya no me creo.
No consigo nada de lo que quiero;
permaneces altiva en la cúspide de mis deseos
y ensombreces todas las victorias cotidianas.

Nada me apasiona, nada me mueve
si no estás al final del camino.
Extraño todo lo que odiaba en tí.
Dependo de todo lo que amaba.

Vagabundeo enfermo de ausencia,
ávido de abrazos.
Mi oración diaria
está plagada de suspiros.

Soy muy dado al estoicismo,
a resignarme a las carencias,
pero renunciar a ti
es renunciar a la felicidad
y esa no es mi esencia.

Vuelve; te necesito.
Dejaré abierta la puerta.
No llames. No digas nada.
Cuando te vea aquí sentada
fingiré que nunca te has ido,
o que te perdiste, buscándome.

2 comentarios:

  1. Después de la rabia, vuelve la nostalgia y el sentimiento del enamorado que confía y espera.

    Vuelven los versos dulces que le gustaría oir a cualquier enamorada. ¿Acaso ella no los lee?
    Es agradable saber que se provocan esos sentimientos. Claro, que igual es un poco gata. Si la escogiste por ser así, cabía esperar que no te bailara el agua.

    Sabe que te tiene seguro, sabe que te gusta que ella sea así. Lo que más te atrae de ella es lo que provoca que no vuelva facilmente.

    Bueno, es una forma quizás equivocada, de análisis de la situación.

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