viernes, 21 de enero de 2011

Me aburro.

Me aburre la soledad. La lluvia.
Me aburre que todo sea gris.
Echo de menos el pincel
con el que teñía de verde
las rutinas.

Te echo de menos
aconsejándome a la hora
de elegir tonalidades,
siempre escogías el blanco.

Odio las clases. La vida vacía de sentido.
Las conversaciones superficiales
y los gestos inexpresivos.
Odio el humo que flota y no se pierde,
y el segundero que pasa lento.

Odio los remordimientos y la nostalgia.
Odio la miopía, verlo todo lejos.
Temo las novedades y aborrezco las certezas.
Siento que me pudro escribiendo mis complejos.

Como Walser, con la mochila y mis pasos
tengo suficiente material para entregarme
a cavilaciones y así, reírme un rato.

Me aburren los telediarios y los periódicos.
Me aburren tus dudas.
Me aburren los hombres y la ambición,
los que creen en la fortuna.

Me aburre que se cataloguen de utópicos
objetivos fundamentales. Me aburre que se hable
con total impunidad del hambre. Me aburre madrugar,
acostarme tarde inmerso en best-sellers y poemas olvidados.

Me aterra que tan poca gente se salte las normas
y me reprochen mi estado.

Y contestando a tu pregunta... de por qué leo tanto...
creo que así vivo otras vidas...
La mía no la aguanto.

1 comentario:

  1. Te dejo este link:

    http://www.artelista.com/obra/4231026855909447-lunesenero.html

    Que salvando las distancias, me ha recordado a tí, cuando paseaba esta mañana entre las obras de mis pintores favoritos.
    Aunque realmente él es fotógrafo digital y un tanto poeta.

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