domingo, 30 de enero de 2011

Patricia (Fin)

Un día me dijo que cada domingo, puntualmente, madrugaba y miraba por la ventana hacia el mar y, dependiendo del clima, salía o no a la playa.
Me confesó que sólo bajaba los días en los que llovía;le gustaba empaparse de la fina lluvia de verano.
Yo no la creí; supuse que sería una escena de alguna de sus películas...
Pero hoy, al despertarme y mirar por la ventana, he visto que llovía y he pensado en ella. Y movido por una intuición que no sabría explicar he salido de casa para coger el metro.
Dándole vueltas, he conseguido explicarme por qué cada vez que estoy con ella oigo el mar ...y por qué su cuello sabe a sal.

Ahora estoy sentado en uno de los bancos del paseo de Gorliz, cerca del Sanatorio donde trabaja mi madre. Siempre me ha gustado este sitio, desde pequeño, y aunque el hombre haya metido la mano en sus arenales, siempre me pareció una postal preciosa.

Cuando la he visto...
¡No doy crédito!. Estoy sentado con el cuaderno sobre las piernas, vistiendo un jersey de cuello vuelto y sosteniendo a duras penas un paraguas que parece estar empeñado en volar con el viento.

La playa está vacía. Ella lleva una blusa blanca y unos pantalones cortos. Va descalza. Siempre se compra ropa que le viene grande, pero la lluvia ha empezado a empaparle la blusa y ésta se aprieta contra su silueta, dejando adivinar sus formas.

Patricia está gritando, llorando... No sé si es felicidad o rabia pero tengo un nudo en la garganta del que no puedo desprenderme y no puedo dejar de escribir. Pronto se le acabarán las hojas al cuaderno.

Creo que baila, dibujando su nombre en la arena con los dedos del pie.

No sé si marcharme o morirme... porque amarla tanto hiere.

El sol está saliendo tras su silueta, oscureciendola por completo. Parece a punto de fundirse con la naturaleza.

Y de pronto... me ve. Parece ruborizarse, deja de bailar y empieza a coquetear con el pelo... Me sonríe con la sonrisa que sabe que amo y empieza a correr hacia el agua.

Ahora hace señas desde el mar, diciendo que deje el maldito cuaderno y vaya con ella.
Desnudándome bajo la lluvia, creo que voy a empezar a correr hacia el agua en cuanto acabe este texto.

Después, cuando llegue a casa, tendré que revisar mis certezas.

Yo antes no creía en las sirenas.

"La luna, tú y yo expectantes a que pase algún cometa o baje un platillo volante"

4 comentarios:

  1. ¡Qué bonito! Me ha encantado la frase de: "No sé si marcharme o morirme... porque amarla tanto hiere" Quizá tenga que adueñarme de ella algún día, jaja
    Grande, Iván!

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  2. La canción es de su hermano Amaro... el que sale en el videoclip tocando la guitarra. Pero la frase es mía y el texto también y ahora que se ha ido De la Iglesia van a poner cánones hasta para pedir autógrafos así que cuidado con apropiarte de mis frases que sé dónde vives jajaa

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  3. Has descrito una escena de sueño, de ensueño.

    Si la has vivido ¿de qué vas a quejarte ya?

    Y si no lo has vivido y lo lee, ya sabrá lo que se pierde. Tienes todas las de ganar.

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  4. ... she hates me and that's ur foul ¬¬

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