lunes, 7 de marzo de 2011

Lo más odioso

Lo más odioso de este mundo de mentiras
son las esperas.

El bostezo del enamorado, que se desespera
esperando que le atenúe la pena
el teléfono ardiendo en la mesilla,
está cargado más de rabia que
de cansancio o tedio.

La dolorosa incertidumbre, la que nos ciega,
la que me hace esperar
en mi perseverante pesimismo
que nunca ocurra nada,
dibuja una sombra
en mi ánimo insalubre.

Las salas de espera son más salas de tortura
pues nadie llega allí deseando buenas noticias:
Desde las urgencias a los quirófanos;
Hasta en el área de neonatología subyace
el temor a que se presenten complicaciones
que carcomen la conciencia del angustiado padre,
que no muestra su sonrisa hasta ver vida
compilada en un recién nacido.

Y la dolorosa espera a que este poema termine
con sus dolorosos e incesantes relativos
que golpean al lector con oraciones interminables
como las que abundan en las aulas de los terribles colegiales
que aborrecen con furia las comas y los puntos,
por fin acaba en un punto,
como acabará mi espera,
cuando por fin me llames.

1 comentario:

  1. Tienes ese tanto por ciento de pesimismo que te hace penar incluso en momentos de alegría.

    Si pensases que no te iba a llamar o en la duda, la espera sería terrible, pero teniendo la certeza de que va a sonar...entretente con cualquier bonito pensamiento, porque van pasando los minutos y el tiempo es menor para que suene.

    Si conviertes en cenicientos momentos felices o al menos de inquietud esperanzada, así que sientes tan tremendamente los ratos de color ala de cuervo.

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