martes, 1 de noviembre de 2011

Guardar tu recuerdo

Lo he pensado bien.
Voy a borrar todo lo malo que hiciste,
me arrancaré los cristales,
la daga de entre las costillas,
y guardaré tu recuerdo,
a buen resguardo
entre algodones.

Así, cuando quiera quitarme de en medio,
tirite de hastío o me duela el espejo,
rebuscaré dentro de mi,
desempolvaré tu recuerdo,
inspiraré fuerte y me purgaré las lágrimas.

¿Recuerdas cuando te susurraba aquella canción?
Has de saber cada nueva mañana que un tipo a menudo
piensa en ti y sonríe aunque quizá no sean sus días más felices...

Así serás mi ángel de nuevo. Ahorcaré las ganas de volver a verte.
Arañaré el añoro hasta que sangre.
Borraré tu número de teléfono,
olvidaré donde vives,
dejaré de encallar en tu muro.

Solo dejaré vivo el recuerdo de tu rostro,
tu sonrisa al besarme,
tus ojos brillando,
y todos los momentos.

La pérgola, el andamio, las clases sentado a tu lado,
el libro de Neruda, las primeras canciones,
besarte en los recreos, sufrir sin hablarnos,
la lluvia de verano, la burbuja de humo,
el miedo en mis labios, apaga la luz,
tus dedos jodidos, manantial de lágrimas,
las noches hablando cuando debíamos estudiar, apriétame fuerte,
el beso de despedida, el reencuentro, los reproches,
la sal en la herida, la sal en el cuello, la razón de los besos,
los regalos, la sorpresa en tus ojos, el adiós en la niebla...

Que nunca nadie borre lo que fuimos.
Que nunca nadie me borre tu recuerdo.

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