viernes, 4 de noviembre de 2011

Lo siento

No sabes cuánto lo siento. Odio hacer malabares con tus ilusiones, odio arrastrar el ancla del pasado.Me siento incapaz de cicatrizar viejas heridas,esas que a ti te faltan.
La vida se ha portado bien contigo y no puedo ser yo quien quiebre el cristal de tus sueños.
Hay un momento, quizá algún día lo entiendas, en el que se cambia para siempre. Cuando recojas todas tus ilusiones, las recuentes e inviertas en alguien y ese alguien te falle, te perderá la vida. No te reconocerás. Perderás algo que creías intrínseco y el mundo irá perdiendo color y luz paulatinamente. Odiaría ser yo quien te robe el brillo de los ojos, el mismo que un día tuve, ese que empiezo a extrañar y temo no volverá. Te quedan muchas mañanas. Muchos besos. Y personas que sabrán arrancarte sonrisas mejor de lo que yo haré jamás.
El mundo sería mejor si hubiera más personas como tú, sin malicia, enteras, pero ya lo sabes, predominan los cabrones, selección natural...
Nada más. No quiero entretenerte más tiempo. Aun queda tanto por vivir... Estoy seguro de que serás enormemente feliz, y encontrarás esa felicidad mucho más facilmente de lo que otros lo haremos. De hecho, probablemente la merezcas más.

2 comentarios:

  1. Dicen que el primer amor nunca se olvida, que es único, que se queda guardado en el corazón de forma especial.

    Bueno, eso dicen los que han vivido luego otros e incluso sienten que les va bien el del momento.

    Ellos dicen....los que pueden comparar......y quizás se les pueda decir que se deba a aquello de que tiempos pasados siempre fueron mejores. Y se lo reduces a batallitas anacrónicas de antaño.

    Hay otros que hemos vivido el primero como el único, aunque no sea lo mismo si te ha durado 25 años o unos pocos, pero no hace falta probar otro para comparar, no se necesita ninguno más, fue extraordinario mientras duró y es un poco igual el motivo por el que acabó. Perdura en el tiempo y nos podrán decir que lo magnificamos, pero algún motivo habrá cuando no necesitas buscar otro.

    Aunque no sé si la diferencia vendrá de si lo has perdido después de algunos años o de decenas de ellos. De si acabó a los 18 años o a los 49. De que se lo haya llevado la vida o la muerte.

    Lo que es verdad es que cada experiencia es única y uno sólo puede vivir la que vive y la puede expresar de forma más bella o no necesita expresarla.
    Pero lo que es ineludible es, que es cosa de dos, y el misterio está en que surja a la vez, con parecida intensidad y que se consolide.

    Luego está la paradoja de haberla sentido tan intensamente y si se pierde, te queda un dolor insoportable y a la vez el recuerdo de una experiencia incomparable. Que yo la prefiero, a algo menos vívido y prescindible al acabarse.

    ResponderEliminar
  2. Seguro que lo entiende...poco a poco...

    ResponderEliminar