lunes, 14 de noviembre de 2011

Adicción

Soy adicto a la literatura y al ensueño
a la prosa y al verso que no tienen dueño,
a la mística ternura, a las caricias prohibidas,
a curar mi cordura, a tu voz y estas rimas.

Somos más de los que anuncian
los locos inconscientes que denuncian las demencias,
el cinismo ardiente, lo aburrido de pensar
que por pensar diferente, te miraran mal
o te buscarán la frente.

"La imaginación es la peor de las drogas,
la que te vence y te atonta y te aleja del suelo,
la que eyacula el veneno que hace olvidarte
del tacto de lo real, lo que amenaza con alzarte."

Sólo tu voz me acerca de nuevo
a este mundo del que escapo cada vez que puedo.
Sólo tu risa, tus palabras sinceras,
son capaces de enterrar bajo el ocaso mi pena.

¿Dónde estaba el cambio que amenazaba con llegar?
¿Dónde las palabras que anunciaron?
Solo quedó un llanto tras el huracán,
el de un huérfano hambriento que ya casi es un anciano.

Prefiero convivir con las ideaciones que me achacas
que con los falsos amores, el dolor y la amenaza
de que matando los sueños, de que empuñando la lanza,
acabaremos por llamar utopía a la esperanza.

1 comentario:

  1. Bravo!
    Aplaudo esa adicción y tiemblo por que pase,
    la última frase de tu última estrofa.

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