domingo, 9 de octubre de 2011

Tonterías

Hay un gato en el tejado.
En mi corazón, una lluvia
de violines desafinados.
Una esfera de luces
que no conseguimos descifrar
nos quita el sueño.

Un trémolo de piano
se posa en tu sonrisa.
Otra espinita en mi corazón,
que al tiempo le costará arrancar.
Otro verano perdido,
otro invierno durmiendo junto al árbol,
esperando que alguien deje ahí tus besos.

A veces me recuerdas a las mujeres que amaba.
Me gustaría encontrar tu llave,
me gustaría susurrarte mentiras y abrirte el corazón,
pero tengo aún el puño cerrado,
la mirada ronca y la sonrisa ajena.

Cada noche que regreso a casa
sin tus abrazos acompañándome
maldigo a la mala suerte,
a la pena consejera, al mal agüero,
que me piden olvidarte.

Pero siento la necesidad de anclarme a ti,
de buscar la banda sonora de nuestros besos,
de hilar historias, de trenzar la trama.
A veces juego con dos lápices
a dibujar caminos imposibles
y siempre se juntan.

Empiezas a ser tema invariable en mis escritos,
recurso al que recurro irremediablemente
y en ti solo el primer verso es difícil,
solo la primera certeza,
porque después se desborda un manantial
de sentimientos,
una miríada de emociones.

Quiero entrar en los sueños de alguien
y, mi vida, tienes la mirada de soñadora
más tierna que jamás he visto.
Piensas que soy lo que ves.
El caparazón de púas que se erizan,
que con el tiempo y los golpes se ha hecho perenne.

Pero la pena es caduca y las ganas de amar
siempre vuelven,
como el trémolo de tu risa,
como la espinita en mi corazón,
como la lluvia de violines
y el gato triste en el tejado.

2 comentarios:

  1. "El gato que está triste y azul nunca se olvida...."

    º º
    ô
    ---- /
    ----/
    .. ..

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