lunes, 24 de octubre de 2011

Mira si tienes magia, que ya ves,
con tres palabras ya me devuelves a mi órbita
de noches de desvelos escribiéndole a las sombras.

Ha sido tu rostro lo último que he visto antes de despertar,
y la certeza de extrañarte tanto, y lo lejana que parecías en sueños,
lo que me ha echo abrir los ojos, empapado en sudor, entre jadeos.

Despertar sería un alivio si encontrara tu sonrisa a mi lado.
Si me dijeras "yo con un peta duermo mejor" y me sellaras los labios
y los residuos de miedo con un beso, me reconciliaría con la noche.

Siento no entrar en tu maleta ni en tus planes.
Otrora cometí el fallo de tratar de olvidarte.
Ahora simplemente me castigo por estar aquí escribiendo a oscuras
cuando podría estar hablando contigo.

Lo malo es que no estás aquí. Si bien menos lejos de lo que sentimos,
no te tengo a mi lado diciendo que con un peta duermes mejor.

A ti no te da por escribir. Eres más de contar los segundos que tarda
el semáforo de Zabalburu en cambiar de color. ¿Eran 43?

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