jueves, 6 de octubre de 2011

Hola mundo

Hola mundo, te hablo desde mi ventana, que cada vez es más pequeña, como el vaho que la maquilla cada vez más espeso.
No voy a increparte a preguntas ni echarte la bronca por tus malas pasadas, como acostumbro. Sólo quería sentirme parte de ti, un ratito, de nuevo.
Últimamente cada día es verbena a la que no me siento invitado. El invierno se acerca y tú sabes bien que el clima hace más intensa mi tristeza.
Me pinto de verde esperanza pero no soy capaz de engañar a nadie. Lanzo al aire promesas, dejar de buscar la felicidad, encontrarla. Pero a medida que crezco soy más pequeño. El horizonte se aleja y mi miopía aumenta. El mundo en el que habitan mis sentimientos se estrecha cada vez más.
Siento una especie de claustrofobia emocional, no se si existirá un término médico que la describa.
Me siento un juguete de las olas, un barco sin destino ni travesía, que espera tocar tierra en cualquier isla perdida y poder descansar.
Escribiéndole al mundo, sin esperar respuesta.

1 comentario:

  1. No sé si el mundo te contestará enseguida, aunque seguro lo hará en algún momento.

    Por de pronto te contesto yo, aunque entiendo que no es lo mismo.

    Te veo crecer, transformarte y sufrir. Con un montón de sentimientos que crecen contigo y no te caben dentro. De otra forma no serías tan ágil escribiendo. Tan convincente expresándolos.

    A veces el mundo parece arisco o silencioso, hostil y rasposo, desagradecido e inhumano. Pero tiene también su lado bueno, que muestra a quien pelea y se lo gana. No se te ocurra tirar la toalla tan pronto. Utilízala de moquero, pero no la tires. Ábrela, llénala de tus deseos y úsala de vela para que te lleve tan lejos como quieras, como te mereces...y cuando llegues, hazle una pedorreta al mundo, por haberle ganado cuando no te lo había puesto fácil. Es cuando más se disfruta de la victoria, cuando no ha sido un paseo por un campo de flores.

    Y te dices a ti mismo:"¡Porque yo lo valgo!", como en el anuncio.

    ResponderEliminar