viernes, 29 de abril de 2011

Venciste a Umbra

En el breve resquicio entre tu cuerpo y el mío
he situado la puerta que da a los sueños
Sin más cancerbero que la fuerza del empeño
Sin más cerradura que tus manos que son río

Fluyendo por mi cuerpo, despierta escalofríos
Fluyendo por el tuyo , te hace fruncir el ceño
y emitir gemidos de los que sólo soy dueño
cuando apagamos la luz y olvidamos el olvido.

¿Dónde queda la noche? Nuestro reino son sombras.
¿Dónde queda el abrigo de tu voz cuando amanece?
¿Dónde quedó el miedo de vivir en la penumbra?

Llegará el día en que te encierren. Nuestras obras
habrán de molestar a altivos dioses que aborrecen
saberse títeres. Su creación venció a Umbra.

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