lunes, 25 de abril de 2011

María - CIntadecorrer



Cuánto te he echado de menos.
No sabes cuánto te necesita este cabrón
que se derrumba si no disfruta de tu risa.

En la autopista un hombre
camina bebido sin una razón
que le mantenga con vida.

Quizá si alguien pudiera
regalarle tu voz grabada en su contestador
Quizá así sonreiría.

Te desnudé en portales que ahora suspiran
maldiciendo los suspiros que te arrancaban
mis manos clavadas en tu espalda.

Y yo sonrío cuando me miras
sabiendo que siempre podrás
contar conmigo,contar conmigo.

No te hablo de contarnos penas los domingos
ni de contar decenas hasta un millón.
pero siempre podrás contar conmigo.


Y dormiré entre cartones.
Esperaré a que vuelvas a por mí.
Si algún día apareces volveré a cantar
lo que el destino me dictó de tí.

1 comentario:

  1. Es agradable observar el giro que han dado tus estrofas.
    Han perdido el desgarro que tenían, ya no son rasposas.
    Hay más dar y menos exigir al destino.
    Siguen destilando amor, pero sin amargura.
    Ahora es mucho más gratificante leerte.
    Cambian los tiempos, cambian las sensaciones,¿cambia ella?, cambia el poeta, cambian los versos, el mundo cambia contigo.

    ResponderEliminar