domingo, 12 de junio de 2011

Película

Había olvidado por un tiempo
por qué amaba las canciones
que amo.
Por qué me emocionaban
las películas
que hacen que se erice
mi piel.

Había olvidado
cómo sonreír
sin motivos
ni necesidad.

Pero , ¿sábes?
Acabo de ver
una película preciosa,
y al acabar
he visto tu nombre
sustituyendo cada uno de los créditos.

Iluminadora de sonrisas,
técnico del sonido del alma,
directora de sueños,
doble en escenas de cama,
diseñadora de corales,
y de los muebles que decoran mis
ventrículos;
He sentido la necesidad
de llamarte y decirte
te quiero,
pero me he contentado
con venir aquí y escribirte esto
para no asustarte.

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