sábado, 11 de junio de 2011

Nuestro mar

Debería encontrar el antídoto a tu risa
por si un día te vas.
Debería idear una herramienta de olvido
que te desdibuje por si dejas dea marme.
Debería encontrar un Plan B,
desconfiar de la utopía de tu abrazo,
saber que la eternidad es efímera,
y el sentimiento podría diluirse
como volutas de humo.

Pero la realidad es más sencilla
que habitar especulaciones,
mas no le pido a la vida
que me deje más que bajar
por tu cuerpo que sabe a sal y paz,
hablarle a tus senos, susurrarles mentiras
y ver como se eriza tu inocencia.
Trazar el mapa de tu boca, buscar
la India de tus besos y encontrar
América en tu cuello,
y mirarte y sonreírte
y abarcar el mar que nos separa.

Porque ese mar, cuando te beso,
no es más que un charco ridículo.
y allí buscar las especias que
sacien mi hambre, el deseo.

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