lunes, 14 de febrero de 2011

Felicidad

-Oye... ¿puedo hacerte una pregunta trampa?
-Depende de la pregunta. Bueno... en realidad, depende de la respuesta.
-¿Tú eres feliz?
-Esa no puede ser una pregunta trampa- Reí con ganas- Una pregunta que admita como respuesta coherente un monosílabo no puede esconder ninguna trampa.
-Contéstame.
-Dejaré que mi sonrisa hable por mí.
-No estás sonriendo.
-Entonces dejaré que deduzcas la respuesta.

1 comentario:

  1. ¿Ya encontraste los músculos que debías usar para reir con ganas?

    Mañana, agujetas.

    ResponderEliminar