martes, 17 de enero de 2012

Vivo

Correr y exprimir la naturaleza.
Sentir los latidos,
mi corazón galopa.
Ausculta mi respiración,
¡Diagnostícame!
El sudor baila y desciende
simulando meandros.
Estoy vivo.
Adrenalina, fuego.
¡Estoy vivo!
Ya no alcanzo a pensar en otra cosa.
Ni quiero.
Jadeo, pero siento el pecho
lleno de tambores.
Y el frío apenas me importa.
Tengo las manos entumecidas,
mi aliento es vaho,
el recuerdo, garabato inconsistente.
Toqué fondo.
Enloquecí. Fui Mersault postizo.
Reaccioné.
Vi la luz. Comprendí todo de golpe.
Renací. Ave Fénix. Pablo de Tarso.
Vi una luz nacer.
En el fondo de mi pecho.
Donde no hubo nada tanto tiempo.
Sonrío. Funciono.
Muevo los dedos y me deleito en su movimiento.
Acaricio el mástil, curvas anheladas.
Este no soy yo.
¿Qué ha sido del miedo?
¿Y la tristeza?
Estoy vivo. Crédulo. Capaz.
Derrumbo decorados en mi carrera.
Uno tras otro.
El grosor es cada vez mayor.
Empiezan a provocar estrépito al caer.
Se arañan, se cortan, se quiebran, se parten, se destruyen.
Mi voz es rugido.
Cae el último y veo el mar.
Soy ola y marea.
Soy tormenta acristalada.
Soy torrente encauzado.
Ansío escapar.
Desbordar las normas.
Destruir convenciones.
Aplacar iras, desmontar ilusiones.
Acelero y respiro.
Me araña una zarza. Empiezo a sangrar.
Soy humano mas no importa.
No hay límites. No donde yo vivo.
Que nadie me pare. Que nadie lo intente.
Adrenalina, sudor, espasmos.
Que nadie me pare. Es mi turno.
Ellos lo saben y tienen miedo.
Pero es un miedo irracional, innecesario.
Todo va a mejorar. Desde hoy. Por siempre.
Todo es esperanza.
Soy caballada salvaje.
Soy furia.
Tramontana en un mar de esperanza.
El sol emite destellos.
Estoy vivo

No hay comentarios:

Publicar un comentario