viernes, 16 de septiembre de 2011

Me siento raro

Ya no me quema tu nombre.
Ya no lo lloro al oírlo en programas desconsiderados,
en bocas ingenuas.
No bebo para olvidarte sino para olvidar
mi triste posición.
La triste certeza de no tener qué olvidar.
Escribo cada vez menos
como si me hubieran apagado.
Como si el látigo de pasiones que me atormentaba
se hubiera dormido
con el tono menor de tu despedida.
Echo de menos los motivos.
Las dudas.
Las certezas.
Extraño los cirros que me nublaban la mente y me hacían perderme en cavilaciones sin fin.
No quiero ver más parejas abrazadas.
No quiero ver despedidas en dársenas de miedo e incertidumbre.
Devuelveme la ilusión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario