sábado, 27 de agosto de 2011

Corazón frío

Bendito estado de shock.
Confusión que sana el dolor de cabeza y de corazón,
y que llena la mente de dudas estériles,
desprovistas de dolor y miedo.

Que dure mucho este momento,
que la verdad no me atice
y que pueda seguir sin pensar
en el ayer ni en demás fracasos.

Que el espejo siga limpio,
omita las sombras del pasado
y no refleje más que mi sonrisa
y mi mirada extraña.

Que este estado sea eterno
y yo pueda seguir cometiendo las locuras
que había olvidado poder hacer,
sin pensar ya en nadie.

Que su voz sea algo tan lejano
que no remueva ni colapse
mi cuerpo, mis órganos,
mi fuerza.

Que sonría al recordar,
sin pensar en el final
ni en lo que ha de venir,
sin asustarme.

Dicen que la pena endurece el corazón,
y ahora me siento extraño al palparme el pecho
y en lugar de encontrar terciopelo
sentir el frío metal.

Si eso omite el dolor,
que nadie lo vuelva a rebasar,
que nadie lo intente...

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