sábado, 8 de diciembre de 2012

Breve carta de un autobús enamorado

Hoy deseas mi llegada.
La noche esputa sombras
y la tormenta se densa
como una película de plasma
derrumbando tus suspiros.
Al fin llega a tu parada
una luz,
luz díscola, la mía,
altiva la noche.
Subes y me recorres
hasta el último asiento,
como un escalofrío,
como un orgasmo.
Pose de siempre, silencio ensayado,
y la caricia.
Memoria táctil recorriendo mi cristal,
dibujando en el vaho
tu nombre,
estrellas,
círculos.
Te recuestas en mi abrazo,
un hombre te mira dibujar.
Se enamorará.
Lo sé como sé
que todas las cosas acaban
posándose en el silencio.
Fin de viaje,
hasta mañana,
te digo,
y no me oyes.
Nunca me oyes.

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