viernes, 3 de febrero de 2012

Un poco también

Dime que me extrañas
o déjame caer
y volverme un crápula sin nombre,
probando mezclas secretas
con mujeres acordes a este clima tardío
de frío polar equivocado de época.
Adivíname entre el gentío,
sabineando para conquistar otras bocas,
y tallando versos al olvido
para que la fría losa
que supone no tenerte conmigo
acabe congelando a este maniquí sin más ropa
ni más abrigo
que un corazón que si bien resabiado
continua tan bueno, si se busca, como antaño.
Resulta que un tequila por cada duda
es buena manga seguro
y que el silencio no es buen remedio
ni para el servidor que predica compostura y reflexión.
Así que no me perdones nunca ser tan idiota.
Échame la bronca y tíñeme de cordura.
Alárgame el sueño un poco más.
Dime que me extrañas y que el mar
es mas pequeño sin tenerme,
que las copas de los pinos
no son tan inalcanzables
sin la sempiterna condescendencia
del mi, me, conmigo,
la constante referencia, si quieres, recordatorio,
de que si caes
volveré a ser nadie,
volveré a rondar mi purgatorio
de remordimientos y cardenales.
Pero antes de volver a todo aquello
me consuelo a mi mismo
mintiéndome y diciendo
que quizás tú, un poco también,
acabes echándome de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario