jueves, 28 de julio de 2011

Corazón de campesino

Amarte es como secuestrar la vida a la primavera.
Tratar de abrazar el fuego, una y otra vez, la piel ardiendo en cada intento.
Amarte es un intento de recoger todo el cereal que se derrumba del silo de tu amargura.
Y cada grano de trigo, bajando por tus mejillas, hace aún más grande mi campo de trabajo.
No he de dejar que caiga el cereal. He de retenerlo, pues cada vez que el trigo cae, germina
y un nuevo brote de tristeza cruza tu cara.
En el horizonte de tu campo, donde languidecen las amapolas, bellas ninfas bailan.
Aquí casi no llega el rumor del viento azotando los árboles. Aquí hace tiempo que no huele a pino, que el sol no encuentra enemigo, que no se ve el verde.
Pero te prometo primavera, que volveremos a contar las estrellas tiritando, contaremos las flores que se abran, dejaremos que el tiempo pase, los ojos cerrados.
Cuando el amor desborde este corazón pequeño de campesino, y las aguas aneguen tu campo, toda esta tierra marrón será un verde brillante y tú, estación favorita, volverás a ser primavera de nuevo.

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